Impressionist and Postimpressionist

Manet, Pissarro, Morisot, Cézanne, Seurat, Gauguin, Van Gogh y sus colegas realizaron algunos de los dibujos más bellos de la historia del arte. Este libro sitúa los dibujos de los impresionistas y postimpresionistas en el contexto de la Francia de finales del siglo XIX y explica por qué estas obras en particular son tan importantes como sus pinturas en la representación de la modernidad.

Un nuevo enfoque de los materiales y una actitud totalmente inclusiva hacia las exposiciones otorgaron a los dibujos un estatus más elevado que nunca en este período, algo que los artistas de vanguardia acogieron con satisfacción en su preferencia por escenas de la vida contemporánea. Por primera vez, la pintura y el dibujo compartían los mismos principios estilísticos de espontaneidad, manejo libre y naturalidad. Los pasteles de Degas, las acuarelas de Cézanne, los dibujos a pluma y tinta de Van Gogh y las obras en técnica mixta de Toulouse-Lautrec poseen una autonomía propia, que resultó fundamental en el desarrollo del arte moderno.

El distinguido historiador de arte Christopher Lloyd examina los dibujos de veinte de los principales artistas impresionistas y postimpresionistas, destacando un aspecto del arte de vanguardia francés que permanece relativamente inexplorado y que fue de inmensa importancia para los movimientos artísticos que le siguieron.